Alabanzas de desagravio
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo, Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción (a los cielos).
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea san José, su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos. Amén.
Adoro te Devote
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;
pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.
En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad;
sin embargo, creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás pero confieso que eres mi Dios:
haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame.
¡Memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre:
concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, Pelícano bueno, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,
de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego, que se cumpla lo que tanto ansío
que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
(Compuesta por Santo Tomás de Aquino)
Que la lengua humana
Que la lengua humana cante este misterio: la preciosa Sangre y el precioso Cuerpo.
Quien nació de Virgen, Rey del Universo, por salvar al mundo dio su sangre en precio.
Se entregó a nosotros, se nos dio naciendo de una casta Virgen; y acabado el tiempo, tras haber sembrado la Palabra al pueblo, coronó su obra con prodigio excelso.
Fue en la Última Cena, ágape fraterno, tras comer la Pascua según mandamiento, con sus propias manos repartió su Cuerpo, lo entregó a los Doce para su alimento.
La Palabra es carne y hace carne y cuerpo, con palabra suya lo que fue pan nuestro.
Hace sangre el vino y, aunque no entendemos, basta fe, si existe, corazón sincero. Adorad postrado este Sacramento, cesa el viejo rito, se establece el nuevo; dudan los sentidos y el entendimiento: que la fe lo supla con asentimiento.
Himnos de alabanza, bendición y obsequio, por igual la gloria y el poder eterno al eterno Padre con el Hijo eterno, y al divino Espíritu que procede de ellos.
Comunión Espiritual
Creo, Señor Jesús, que estás presente en el Santísimo Sacramento. Me pesa de verdad haberte ofendido. Te amo sobre todas las cosas, y deseo con ardor recibirte, pero ya que no puedo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Quédate conmigo y no permitas que jamás me aparte de ti.